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Why Having a Working Agreement Is Better than Being Lucky
Perspectivas

Por qué tener un acuerdo de trabajo es mejor que tener suerte

Por qué es importante

"Establecer un acuerdo de trabajo nos obliga a plantearnos varias preguntas importantes: ¿Cuáles son nuestras funciones y responsabilidades? ¿Cómo será este proyecto en la práctica? ¿Qué haremos cuando las cosas se pongan difíciles?"


Foto de Susann Schuster | Desinstalar | El maneki-neko es una figura japonesa que se cree que trae buena suerte a su propietario.

Cuando las personas trabajan bien juntas, puede ser fácil asumir que se trata simplemente de una cuestión de suerte o de química de equipo. La suerte o la química pueden ser parte de ello, pero hay muchas maneras de construir relaciones de equipo prósperas. Una herramienta útil se llama acuerdo de trabajo y los asesores de mejora lo utilizan para ayudar a los equipos a prepararse para el éxito.

En esencia, un acuerdo de trabajo puede ser como un contrato de equipo. Es un documento que establece claramente cómo nosotros, como equipo, lograremos nuestros objetivos compartidos. Establecer un acuerdo de trabajo nos obliga a plantearnos varias preguntas importantes: ¿Cuáles son nuestros roles y responsabilidades? ¿Cómo será este proyecto en la práctica? ¿Qué hacemos cuando las cosas se ponen difíciles?

Esta última pregunta es clave. Casi siempre llegará un momento en que los miembros del equipo tengan puntos de vista diferentes o enfrenten un desacuerdo. La fuerza de un equipo no está determinada por la ausencia de conflicto sino, más bien, por cómo el equipo resuelve el conflicto cuando surge. Es esencial establecer desde el principio un entendimiento compartido sobre cómo abordar los desacuerdos y al mismo tiempo seguir teniendo una relación de trabajo sólida y productiva. Esto nos ayuda a recordar, a pesar de las dificultades que experimentemos, que nuestro trabajo está al servicio de un objetivo en el que el equipo cree y que el conflicto es una parte normal del trabajo para abordar desafíos complejos.

Revisar periódicamente nuestro acuerdo de trabajo (algunas veces al año o cuando hay una transición de equipo, por ejemplo) proporciona una estructura que nos ayuda a seguir haciendo preguntas importantes: ¿Estamos haciendo esto bien? ¿Hay cosas en nuestro acuerdo que deberíamos ajustar? ¿Todas las funciones y responsabilidades siguen teniendo sentido?

Los acuerdos de trabajo a menudo tendrán principios generales y detalles que dan vida a esos principios. El documento es más útil cuando es específico para que las personas puedan entender lo que significa para sus actividades diarias. Puede ser en papel virtual o real o en cualquier tipo de documentación que sea más fácil y equitativamente accesible para todos. Un acuerdo de trabajo puede incluir a todo un equipo o ser entre un entrenador de mejora y un líder del equipo o entre un entrenador de mejora y todos los miembros del equipo.

Los beneficios de un acuerdo de trabajo y los riesgos de no tenerlo

El otro día, uno de mis equipos estaba hablando sobre cómo queremos trabajar juntos. Consideramos algunas preguntas en grupo: ¿Cuál es nuestra experiencia haciendo este trabajo todos los días? ¿Cómo sería ser un “equipo de ensueño”? Si trabajamos como un equipo de ensueño, ¿cómo será nuestro trabajo al final? En esta discusión, cada uno de nosotros habló sobre sus propios "superpoderes" únicos. Luego hablamos de los superpoderes de los demás que sacan lo mejor de nosotros. También discutimos las cosas que nos molestan o que impiden que nuestro equipo prospere.

Los equipos están formados por personas con diversos orígenes, experiencias, perspectivas, fortalezas y desafíos. Sin debates abiertos, pueden surgir dinámicas en la sala virtual o real y en nuestro trabajo que nos dificulten alcanzar las importantes metas que nos propusimos lograr juntos. Los malentendidos y la falta de comunicación, así como hablar “en torno” en lugar de abordar los problemas directamente, pueden minar la alegría y el significado de nuestro trabajo. Pueden hacer perder el tiempo, la voluntad, la energía y la pasión de las personas trabajadoras.

Utilizar un acuerdo laboral para hacer que el trabajo sea más equitativo

Me uní a IHI para trabajar en una iniciativa para promover la salud, el bienestar y la equidad, donde uno de nuestros “acuerdos de trabajo” (llamados piedras de toque para la colaboración) decía: “Hacer de la forma en que trabajamos juntos un ejemplo de lo que es posible”. Mientras sigo recorriendo mi propio camino contra el racismo y la equidad como mujer blanca nacida y criada en el Noreste, trabajando como directora senior en el Institute for Healthcare Improvement (IHI), he aprendido que es esencial hacer lo implícito explícito. Es importante sacar a la luz las suposiciones que podríamos tener y que pueden ser puntos ciegos.

Un acuerdo de trabajo puede parecer algo muy mundano, pero el proceso de crearlo y revisarlo puede democratizar nuestro trabajo y permitir compartir el poder entre los miembros de nuestro equipo. Tener momentos en los que cualquier miembro de un equipo puede detener la línea y plantear la pregunta nos ayuda a ser explícitos sobre dónde reside el poder, quién lo ejerce y quién está invitado a sentarse en la mesa mientras decidimos cómo queremos hacer nuestro trabajo. Tener un acuerdo de trabajo puede aportar un enfoque más equitativo a la forma en que interactuamos como equipo y centrar la equidad en todo lo que hacemos.

Marianne McPherson, PhD, es directora sénior y asesora de mejora del IHI.

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